La cuarta generación del Kia Rio, el pequeño modelo urbano coreano (apenas supera los cuatro metros de longitud), se presentó hace tres años y ahora recibe una actualización que afecta, sobre todo, a las motorizaciones, la conectividad y a algunos detalles de diseño.
Empezando por esto último, nos encontramos con un frontal que sigue la tendencia estilística de la marca, con una parrilla más estrecha y unida al paragolpes, junto a nuevos grupos ópticos de tecnología LED, que integran las luces diurnas.
En el interior aumenta la sensación de calidad, gracias al empleo de mejores materiales y una terminación cuidada. Destaca, además, la pantalla central del sistema de información y entretenimiento, que ha crecido hasta las ocho pulgadas.
También se da un paso adelante en cuanto a conectividad, con la evolución denominada "Fase II" del sistema tradicional UVO Connect de Kia. Con él tenemos acceso a información de tráfico en tiempo real, previsiones meteorológicas, estaciones de servicio con precios del combustible o información de aparcamiento, que incluye el precio, la ubicación y la disponibilidad. Es compatible con Apple CarPlay y Android Auto y muchas funciones se pueden manejar con la voz.
Pero la verdadera novedad en esta puesta al día del Rio es la gama de motores, que por primera vez se ven acompañados en algunas variantes por un sistema de hibridación ligera. Así, las mecánicas de gasolina con tres cilindros y 998 centímetros cúbicos, se ven reforzadas por una batería de 48 voltios que complementa el empuje del motor de combustión. Gracias al generador MHSGconectado al cigüeñal, se consigue un impulso extra de electricidad en aceleración, mientras que cuando se levanta el pie derecho del pedal se recupera energía para cargar la batería.