Todo sobre Amortiguadores

Los amortiguadores son una parte esencial del coche pero no siempre sabemos para qué sirven, cuáles son los principales problemas que puede presentar, cómo solucionarlos y el coste que podrían tener estas averías, por ejemplo. Presta atención sobre estas líneas.

Los amortiguadores son una parte fundamental para preservar la seguridad activa del coche. gracias s ellos el vehículo se protege ante golpes, impactos y vibraciones. Esta protección se da tanto ante los pasajeros como ante el resto de elementos del automóvil.

Se trata de un dispositivo que se enmarca dentro del sistema de suspensión que podemos encontrar en distintas clases de vehículos como automóviles motocicletas y aviones, controlando los movimientos para convertir la energía cinética en térmica. Está ubicado entre el chasis y las ruedas del vehículo. En cada amortiguador hay un eje cromado anclado al vehículo y dos tubos de acero. Por un lado encontramos el exterior o de reserva que está lleno de aceite, y, por otro, el interior o de compresión.

Los amortiguadores son un elemento importante para tu confort y tu seguridad durante la conducción, ya que garantizan una buena adherencia de tu vehículo a la carretera en cualquier circunstancia y condición, como frenados, giros, carga excesiva, mal tiempo,etc. Además, compensan las irregularidades de la carretera al absorber los rebotes provocados por las características de ésta.

Unos amortiguadores en buen estado contribuyen a un mejor agarre en carretera de tu vehículo y a una frenada más eficaz. Por el contrario, unos amortiguadores mal conservados aumentan un 15% la sensibilidad de tu vehículo al aquaplaning, pueden reducir en un 25% la longevidad de los neumáticos, y las piezas de alrededor (soporte del motor, rótulas de suspensión,etc.) corren el riesgo de deteriorarse.

¿Por qué se desgastan los amortiguadores?

Los amortiguadores sufren un desgaste natural y progresivo asociado al kilometraje recorrido, a la carga del vehículo, al estilo de conducción y al perfil de la carretera. Existen síntomas que nos ayudan a apreciar el desgaste en los amortiguadores, y muchos de ellos son detectables mediante sencillos controles visuales. Como, por ejemplo, una tendencia anormal del vehículo a desplazarse hacia el exterior en las curvas cerradas, vibraciones en el volante, chasquidos sordos al pasar sobre un badén o un desgaste anormal de los neumáticos.

Una de las funciones de los amortiguadores es realizar el pertinente control de las oscilaciones de la suspensión. Así se logra ganar adherencia a la vía, se mejora de la estabilidad en las curvas, la reducción de la distancia de frenado y la marcha se torna mucho más confortable al absorber las irregularidades del terreno.

Si observamos que el amortiguador está demasiado rígido, aunque sí se haya producido un aumento de la estabilidad, se reducirá considerablemente la comodidad. En el caso de que el amortiguador esté demasiado blando podremos perder el control del vehículo. Por esta razón es tan importante mantener los amortiguadores en buen estado. Y es que si no hacemos revisiones y damos lugar a un excesivo desgaste de los mismos pondremos en peligro nuestra seguridad.

Cómo y cuándo cambiar los amortiguadores

Los amortiguadores se sustituyen, de media, cuando se recorren entre 70.000 y 150.000 km, dependiendo de las recomendaciones del fabricante (véase la ficha de mantenimiento del vehículo). No obstante, según el tipo de conducción y de entorno, el desgaste puede ser superior para un mismo vehículo. A modo indicativo, un uso urbano o sobre carreteras degradadas desgasta más rápidamente los amortiguadores que un uso en carretera o autopista.

Fuga de un amortiguador de suspensión Aparte de la vida útil media, un control visual del cuerpo del amortiguador permite detectar posibles fugas.

Control técnico del amortiguador Aunque el medio más seguro de determinar su eficacia es el examen realizado durante un control técnico. Los talleres cuentan con aparatos que les permiten diagnosticar de forma precisa el estado de un amortiguador.

De forma general, cuando un vehículo pierde el confort durante la conducción y su manejabilidad en carretera, es probable que los amortiguadores ya estén desgastados y deban sustituirse.

El desmontaje de los amortiguadores de la suspensión delantera

Este caso es el más habitual y requiere el uso de un compresor de muelles. Para desmontarlo tendrás que elevar el vehículo sobre un soporte de columna y desmontar las ruedas del eje correspondiente (véase consignas de seguridad + colocar un vehículo sobre soportes de columna).

Retirar las ruedas correspondientes. Aflojar la tuerca central de la parte superior del amortiguador sin quitarla. Esta tuerca retiene el conjunto del muelle y amortiguador.

Tuerca del amortiguador Desacoplar los travesaños de la barra de estabilización del triángulo o del amortiguador según la versión.

Desacoplar el amortiguador de la mangueta o del brazo de suspensión. Existen diferentes sistemas. Uno de ellos es el de la fijación del amortiguador con dos tornillos Amortiguador fijado con dos tornillos aunque también hay fijado con un tornillo Fijación del amortiguador con un tornillo.

En estos casos el amortiguador de cartucho se coloca en el puntal de suspensión, que al mismo tiempo fija la mangueta. El cartucho se mantiene en el puntal de suspensión mediante la anilla de fijación. El conjunto del puntal de suspensión y la mangueta se desmonta como un conjunto. También es necesario desacoplar las rótulas de la dirección y de la suspensión, así como el estribo del freno.

Desacoplar los cables y tubos flexibles conectados al puntal de suspensión Soltar el cojinete de la cubierta del amortiguador mientras se sujeta el conjunto del puntal de suspensión por abajo para que no se caiga.

Existen varios tipos de fijación:

Cubierta de amortiguador del coche

Con varios tornillos o tuercas

Tuerca central del amortiguador

O mediante una tuerca central

Retirar un amortiguador de coche

Despejar el puntal de suspensión

Comprimir un muelle de suspensión Compresión del muelle de suspensión Comprimir el muelle con ayuda de un compresor con el objetivo de liberar el cojinete. Los muelles están sometidos a una presión muy fuerte, es necesario respetar cuidadosamente este paso para evitar cualquier accidente durante el desmontaje del cojinete.

Retirar el cojinete de suspensión y desmontar el muelle. Retirar el fuelle de protección (protección contra el polvo).

En el caso de un amortiguador de cartucho, aflojar la anilla de fijación para sacar el cartucho del puntal de suspensión.

El montaje de los amortiguadores de la suspensión delantera

Inserta el amortiguador de cartucho en el puntal de suspensión y apretar la anilla de fijación. Volver a colocar el fuelle. Reinstalar el muelle antiguo u otro nuevo. Montar un cojinete de suspensión, descomprimir el muelle de suspensión Guía de muelle de suspensión Descomprimir el muelle teniendo cuidado de colocarlo en las guías.